En los últimos tiempos las normativas de emisiones que afectaban al automóvil se han endurecido. Este año ha entrado en vigor la restricción a 95 g/km y muchos fabricantes tendrán que pagar multa si sobrepasan esa cantidad de media.

Es una medida a nivel europeo, pero parece que habrá otras a nivel nacional que también afectarán. El gobierno español se plantea reformar el impuesto de matriculación para penalizar a los coches más contaminantes.

Recientemente el Ministerio de Hacienda ha presentado un borrador actualizado del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 que recoge esta medida. Una subida que busca favorecer al coche eléctrico y renovar el envejecido parque automovilístico nacional a toda costa. Y para eso creen que también hay que gravar el impuesto de circulación, el que pagan por circular todos vehículos. La mayor subida sería para los antiguos.

El Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) es el famoso numerito que se paga a los ayuntamientos una vez al año. Actualmente se calculan en función de la potencia fiscal que tiene el coche en varios tramos, pero creen que este criterio no es el más justo. Podrían empezar a vincularlo a la normativa Euro a la que pertenece el vehículo o a la etiqueta medioambiental de la DGT que le corresponde. De esta forma se tendrían en cuenta factores que tienen más que ver con la contaminación como es el consumo o las emisiones de CO2.

Por tanto, los coches con más años saldrían claramente perdiendo y pagando más. Es una medida para rejuvenecer el parque automovilístico, como hemos dicho, pero podría no ser del todo justa en algunos casos. Al fin y al cabo, hay un buen número de vehículos históricos que no son usados con asiduidad y que tendrían que pagar más que ahora. Esta posible subida de dos de los impuestos más importantes que van ligados al automóvil será una medida polémica y que tendría que venir acompañada por ayudas a la compra para que de verdad se pueda rejuvenecer el parque. Parece que todavía no se plantea ese Impuesto Global y Automático sobre los Vehículos (IGAV), que valora un uso real del coche e iguala en diésel y gasolina.